Secreto de la CocaCola

Capítulo XXIII

Trilogía Nostálgica

Eras como el secreto de la Cocacola.

Tan tenaz como tú sola.

Me dejaste con ganas de más.

No pude traducir tus emociones en mis venas.

Me hubiese tatuado un diablo en el pecho por un segundo más a tu lado.

Se te iba la olla.

Eras la olma de mi zapato.

Sé que te acuerdas.

Te reías de mi inocencia aunque siempre he sido muy cabrón.

Tú encontraste mi punto débil a la primera.

Pusiste la directa. Contigo todo me parecía efímero y a la vez extenuante. Como un zumo recién exprimido.

Maquinabas ideas que a mí me parecían loquísimas.

¡A mí! Que me llamaban cabeza loca.

Me comía el mundo...y el mundo acabó conmigo. Con nosotros.

Con lo nuestro.

Puto mundo.