Eres esencia

Capítulo 11

Las lágrimas de lluvia de la ansiada primavera.

Eres para mi como un castillo en llamas.

Si te toco estoy seguro que me quemas.

Me basta con una mirada tuya para imaginarme a tu vera.

Eres una reliquia y yo te atesoro.

Tú me hablas pero yo nunca te escucho. No porque no quiera. Si no porque no puedo.

Porque mi mente sólo piensa en maneras de desnudarte. Todas las formas implican complicidad. Reciprocidad. Porque sé que tienes las mismas ganas que yo, de hacerlo. De tener un momento. Detener el tiempo, de arañar los segundos al crono para ser los dos, uno.

Para cogerte del pelo despacio y luego tirar hacia abajo. Y que sientas esa especie de agresión y posesión enfermiza que te tengo. Para susurrarte al oído algo tan obsceno que no podría escribirlo.

...

Puedo alegar ante un juez, locura transitoria por tu piel.