Canelo

Una cosa es saber que no estas bien. Que lo mejor es eso. Que no puedes comer. Que no tienes fuerzas ni para andar. Y verte así...

Y otra cosa es estar delante de tu último aliento. Nadie está preparado para eso. Ni el que aparenta ser fuerte ni el que aparenta ser débil.

Has pasado de todo gordo. Incluso el primer día que entraste por la puerta. Nos dijeron que tenías un virus pero nos dio igual, además en las radiografías nos contaron que tenías alojados unos balines en tu espalda (menuda gente hay por el mundo joder).

Después pasó lo de tus dientes. Te tuvimos que operar. Darte de comer con una sonda cada 2/3 horas. Remontaste como un campeón. Como un toro comías sin dientes y así estabas, gordo.

Aunque lo malo te seguía pasando. Perdiste a tu compañera de fatigas, a la que le robabas toda la comida y por la cual viniste a nuestra casa. Pero seguías resistiendo.

Más tarde fueron tus riñones. De nuevo otra sonda...y el cúmulo de lo inevitable te llevo a estar así...

Has dejado de sufrir, pero el dolor que me dejas es tan intenso. Postrado en la camilla... Antes con vida y ahora sin ella. Ver como tu luz dejó de brillar fue lo más duro. Fui al veterinario contigo y me voy sin ti. Hay un vacío. Inmenso. Extremadamente jodido.

Y he llorado como un niño. Incluso más. Incluso sé que voy a llorar todavía más.

Me dicen que es lo mejor. Lo sé pero y qué. Que le hemos dado una vida mejor. Lo sé pero y qué.

Que ya puede descansar en paz. Lo sé. Pero tengo mi derecho a enfadarme con el mundo y pienso utilizarlo. También sé que me lo dicen porque comprenden la situación y para consolarme. Pero y qué.

"Cane" "Canelo" "Gordo" Gracias por darme tanto. Me has mostrado cómo puede ser la vida y me has enseñado el camino que debo transitar.

Han pasado más de 3 años. Y hasta el día de hoy no me veía con fuerzas para publicarlo.